Una huerta entre las montañas
Por Franco Sotelo y Piero Cardinal.
Cajón del Azul, El Bolsón, Argentina
Gimme Shelter
A fines del año pasado, y luego de varias idas y vueltas, decidimos con algunos amigos realizar un viaje por el sur argentino, por la región patagónica. A la hora de organizar la ruta, y con la idea de hacer algún trekking, elegimos un destino muy recomendado en internet: el refugio Cajón del Azul, ubicado en la localidad de El Bolsón.
La travesía no fue sencilla: con un desnivel acumulado de 714 metros y una distancia de siete kilómetros, el circuito consistió en un complicado sendero rocoso rodeado de una vegetación característica de la zona correspondiente al “bosque andino patagónico”, el cual está presente en las regiones montañosas del sur de Chile y sudoeste de Argentina. Dentro de las especies del bosque, se pueden observar coihue, lenga, ñire, notro, ciprés de la cordillera, entre otras. El trayecto nos brindó maravillosos paisajes, los cuales sirvieron como excusa para tomar un descanso. Después de tres horas y media de recorrido llegamos a nuestro destino, y nuestras expectativas fueron superadas completamente. Allí, nos topamos con las aguas cristalinas del río Azul, encasilladas en pequeñas “piscinas”, pequeños cajones de rocas -de donde deriva el nombre del lugar-.
Unos metros más arriba nos esperaba el refugio propiamente dicho, una gran cabaña que ofrece a los visitantes servicio de cantina, duchas con agua caliente y alojamiento para los que no deseen dormir en carpa. Para los que eligen lo silvestre, el refugio cuenta con una zona de camping al aire libre, la cual está protegida por grandes afloramientos rocosos. Instantes después de instalarnos en el lugar, nos llamó la atención una gran huerta que rodeaba la cabaña, donde su impresionante variedad de cultivos y su vivacidad terminaron de despertar nuestra curiosidad. Allí pueden verse desde tomates y lechugas hasta tetragonia, la conocida espinaca de Nueva Zelanda. Fue entonces cuando decidimos conversar con Gabi, principal encargado de la huerta. Todo lo cosechado sirve tanto para abastecer al refugio como para consumo propio de las pocas personas que viven allí durante todo el año. Oriundo de Buenos Aires, Gabi, recaló en el Cajón del Azul “por anarco”, en donde encontró su lugar, “el paraíso” según sus propias palabras. Allí nos contó que la cabaña fue construida en 1980 y, antes de que pasase a funcionar como refugio en el año 1992, era la casa de Atilio, el propietario del lugar. Dos años después de que funcionara como tal, un incendio destrozó el lugar original y provocó que el refugio cambiara de lugar como se conoce hasta el día de hoy.
Poco productivo
Con respecto a la huerta en sí, Gabi comentó que el clima generalmente no perjudica las plantaciones, las cuales consisten en rúcula, espinaca, acelga, repollo, brócoli, coliflor, arveja, cebolla, tomate, lechuga, ruibarbo, zanahoria, remolacha, frambuesa, entre otras cosas. Aclaró que lo que se planta allí es “todo orgánico, lo más químico es la bosta de oveja”, y que, a pesar de que el Cajón tiene aproximadamente mil hectáreas, es “muy poco productivo”. “Acá hacemos mucho dulce con las frutas que plantamos y, además, te comés las mejores ensaladas del mundo”, nos afirmó el campesino. Fue la primera vez que en el lugar se utilizó un rotocultivador para trabajar la tierra, dado que “no dábamos a basto”, en palabras deGabi. Agregó que siempre trabajan con pala, pero con la ayuda de la máquina el trabajo se culminó en poco tiempo.
Agricultura patagónica
Ladio, A (2011) comentó en su trabajo “Etnobotánica aplicada y pequeños horticultores” que la pequeña agricultura de la Patagonia se distingue por ser un sistema de producción tradicional ligado al uso de la tierra y al trabajo familiar, siendo esta la clave para subsistir. Es muy notorio el predominio del trabajo humano por sobre el trabajo mecanizado, debido a la supremacía de distintas especies cultivadas y de diferentes variedades por sobre el monocultivo, por el uso de calendario tradicionales, y por el casi nulo uso de plaguicidas y herbicidas comerciales. Además, la autora menciona que tanto huertas como chacras forman parte importante de la economía social de la región rural, y que las mismas complementan actividades como la cría de ganado. Por otra parte, las huertas son parte de un área de expresión de tradiciones locales, donde superan lo material para convertirse en un escenario con valor simbólico, de la mano con el bienestar familiar. Los pobladores de estas zonas aplican saberes heredados de otras generaciones, a los cuales se le suma conocimientos técnicos de la actualidad y de esta manera desarrollan numerosas variedades de hortalizas y frutas.
Como se sabe, la zona no tiene prácticamente agricultura convencional, por lo que el ambiente es sano y sin desequilibrios de plagas ni enfermedades, las cuales son comunes en otras zonas del país. El clima por lo general es adverso, pero no es un problema que cobre importancia desde el punto de vista que todos en la región están en la misma situación, por lo que si el productor se adapta se logran buenos resultados. Por lo general la temporada está marcada, desde mayo a septiembre el ritmo baja mucho, tiempo en donde se descansa y se prepara la temporada siguiente.
En el programa "De tierra y de río" de la provincia de Río Negro, en conjunto con la Secretaría de Producción y Agroindustria de dicho lugar, entrevistaron a productores horticolas de la región. Allí muestran cómo la cosecha, principalmente de tomate, se realiza de forma manual; esto debido a áreas y al destino final de la producción, en la cual se evitan golpes que afecten el producto.
Es bueno encontrar un paralelismo entre lo visto en el Cajón del Azul y lo que ocurre en otras zonas de la Patagonia. Debemos contemplar el esfuerzo y dedicación hacia algo tan noble como lo es la producción hortícola y frutícola a pequeña escala, con un clima hostil y casi que con un fin de autoabastecimiento. Desde lo personal, valoro lo importante que es para estos citadinos la libertad que la montaña les otorga, su amor por lo natural y orgánico, y por último, lo feliz que logran ser con lo simple y a la vez extraordinario de la naturaleza.
Bibliografía
https://desdelapatagonia.uncoma.edu.ar/index.php/tag/horticultura/ https://www.pucv.cl/pucv/noticias/alumni/dos-huerteros-en-la-patagonia-otra-agricultura-es-posible https://www.youtube.com/watch?v=0Hq5bQCjLq8Compartilo en tus redes: